diumenge, 13 de gener del 2008

ENTREVISTA JOAN COLOM



"Yo soy coleccionista de mi propia obra"
Salvador Rodès (UPIFC)

La original y radical obra de Joan Colom ha sido merecedora del Premio Nacional de Fotografía de este año. Con este importante galardón, el jurado ha querido reconocer la aportación de este autor, realizada desde una óptica personal que universaliza el localismo del barrio del Raval de Barcelona.

Los telegramas y llamadas telefónicas de felicitación, junto con las entrevistas y propuestas diversas en relación con su obra, han truncado el año sabático que este veterano fotógrafo de 82 años se había programado para organizar su extenso archivo. Abrumado por las circunstancias del momento, nos ha recibido en su casa, en una agradable entrevista llena de anécdotas y fotografías.



© Ignasi Marroyo
Joan Colom, Barcelona, 1960
Tu interés por la fotografía fue un poco tardío. ¿Por qué?

A los 36 años estaba casado y tenía mi vida profesional bastante orientada. Todavía no sé quién me llevó a la Agrupació Fotogràfica de Catalunya. Comencé, como todos, a participar en concursos, que entonces era lo único que había. Después de un año, descubrí el ambiente del "Chino", sus posibilidades fotográficas; y me enganché.
Me identifiqué mucho con ese barrio. Siempre me ha interesado la fotografía de calle; captar la expresividad de la gente y de las situaciones, encontrar el momento en que puedes obtener una imagen impactante. Mi intención era fotografiar todo el entorno; porque la gente tenía unos rasgos y una personalidad fascinantes: las mujeres, los viejos, los niños... todo el mundo era interesante.
Josep Maria Casademunt, entonces crítico y difusor cultural de la fotografía en Barcelona, expuso mi trabajo en la Sala Aixelà y me definió como "el mejor reportero gráfico español de todos los tiempos". Un elogio excesivo y muy halagador viniendo de él.
La exposición tuvo mucho éxito y recorrió España durante dos años. Después llegó la edición del libro "Izas, rabizas y colipoterras", escrito por Camilo José Cela e ilustrado con mis fotografías del Raval. Todo ello contribuyó a la difusión de este trabajo.

Fotografiar en este barrio no debía de ser fácil. ¿Cómo te planteaste el trabajo?


Para fotografiar los ambientes más conflictivos me inventé una manera de hacerlo lo más discretamente posible. Llevaba una Leica con un objetivo de 35 milímetros y utilizaba una película Tri-X, que me ofrecía mucho margen de exposición... Todo esto lo aprendí con oficio y llegué a conseguir una cierta destreza que ha sido la constante de mi vida fotográfica.


Tu trabajo ha quedado como un referente histórico del reportaje fotográfico en España. ¿Qué autores han sido una referencia para ti?


No sé si soy un referente para alguien, pero yo no he tenido muchos. Por lo que conozco de él, William Klein es uno de los fotógrafos que más me han interesado. No obstante, desde que comencé no he querido, quizás equivocadamente, ver demasiadas fotografías de otros en libros y revistas. Yo quería hacer mis propias fotos a mi manera y sin influencias. Soy totalmente intuitivo y autodidacta; la técnica me la he hecho yo mismo a la medida de mis necesidades y gustos.


No has dado a conocer lo que has hecho posteriormente, como el trabajo en color que llevas más de diez años realizando. ¿Por qué?


Mi manera de trabajar me permitía meterme en lugares y situaciones que parecen vedadas para un fotógrafo, puesto que comportaban un cierto peligro, además del riesgo de hacer públicas las fotografías sin el consentimiento de la gente retratada, ya que entonces no había jurisprudencia sobre este tema.
Por esta última cuestión, me encontré con que hacía muchas fotografías y luego no podía llevarlas a ningún sitio. Los concursos no eran muy convenientes, exponerlas podía ponerme en un compromiso; y tener que seleccionarlas en función de si estaban libres de cualquier posible denuncia, no valía la pena.
A causa de todo ello opté por ser coleccionista de mis propias fotos. Lo he estado haciendo toda mi vida y por eso no se conoce mi trabajo. Sólo se ha visto una pequeña parte de toda mi obra...


¿Piensas que este importante premio es un reconocimiento definitivo, aunque sólo se haya valorado la parte conocida de tu obra?


Igual que ocurre con otros autores, mi trabajo de referencia es el que hice 40 años atrás. Es lógico que sólo se conozca mi obra de aquella época por que no he expuesto ni publicado durante todo este tiempo; pero yo nunca he dejado de fotografiar y me hubiera gustado que el jurado también hubiese considerado el trabajo que he hecho posteriormente. Estoy contento y agradecido por el premio y todo lo que supone, pero me dolería que se pensara que mi obra, globalmente, no es lo suficientemente extensa como para justificar un premio de estas características.